Bebida para todos, quiso decir el presidente de la Unión industrial cuando le preguntaron sobre los comentarios de Hugo Moyano. O algo peor, lo trató de beodo.
La frase que suscitó ese comentario fue la solicitud del líder de la CGT de una parte de la torta de ganancia de las empresas, para los trabajadores.
Entre otras cosas, esa solicitud bastó para que involucraran a Cuba en la pretensión.
La solicitud se presentó como un proyecto, propuesto por la CGT al titular de la UIA, Mendez, al cual como comentario destacado lo rechazó con la frase: "el país se parece a Cuba".
En la reunión aparecieron frases como “distribución”, “bloqueo”, “constitución”, visto de esa manera, tal vez sea así y haya algo de cierto, será que toda vez que se pida algo de distribución más justa, en donde los trabajadores reciban algo más que migajas, mientras los industriales viven vidas principescas, se comparará el país con Cuba.
Pues que así sea.
Lo real es que las luchas obreras llevan años, y sigue pasando que quien genera el trabajo no es igualmente retribuido que quien genera la riqueza.
Hay algo profundamente torcido en el concepto de distribución, los trabajadores no ganan como para consumir lo que necesitan, pero generan como para que otros consuman lo que necesitan y encima que les sobre. Hay alguna matemática que no funciona.
Lo cierto es que entre Moyano y Méndez intercambiaron ironías en diversos medios, escritos, por radio y ambos se amenazan unos a otros.
Mientras, Moyano sigue con el boicot utilizando piquetes aquí y allá y los trabajadores siguen sin soluciones.
Es una guerra de desgastes, mientras los industriales siguen llevando comida a su mesa, ropa y abrigo, estudios para sus hijos, los trabajadores, día a día tiene que pelear por la comida del próximo mes.
Hay, creo que rever las políticas gubernamentales de impuestos a esas empresas a ver por qué se hacen cada vez más ricas y por qué los pobres siguen cada vez más pobres.
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